Hasta hace unos años, las deformidades por acúmulos grasos localizados en los flancos, las caderas, el abdomen, los muslos, las rodillas, las pantorrillas, los tobillos, los brazos o la espalda no tenían una solución quirúrgica aceptable. Pero la técnica de la liposucción vino a cambiarlo todo.
Desde el inicio, la lipoaspiración pudo realizarse en todas las zonas del cuerpo mencionadas, y ahora los avances técnicos nos permiten también intervenir a nivel de cara y cuello.
¿Es un método de adelgazamiento?, nos preguntan. No, respondemos. No es un tratamiento de la obesidad, su objetivo no es controlar el peso del paciente sino eliminar la grasa o, más exactamente, aspirarla mediante la introducción de una cánula conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, y corregir así las regiones corporales en las que persisten acumulaciones de grasa que no podemos modificar o alterar ni con un régimen dietético ni mediante la práctica de ejercicio físico.
Además, en algunas ocasiones la liposucción es complementaria a otras intervenciones (estiramiento facial, abdominoplastia, etc.).
La experiencia nos dice que los resultados definitivos se aprecian unos 6 meses después de la intervención, y por regla general son muy satisfactorios, siempre y cuando la indicación y la técnica hayan sido correctas.
No obstante, puede suceder que el resultado no satisfaga ni a médico ni a paciente, que se observen no complicaciones reales sino algunas imperfecciones: corrección insuficiente, asimetría residual, irregularidades en la superficie… Si tal cosa sucede, lo normal es recurrir a un tratamiento complementario, proceder a un pequeño retoque de liposucción, generalmente realizado con anestesia local, a partir del sexto mes tras la intervención.
En cuanto a la duración de los resultados, hay que tener en cuenta que después de la pubertad el número de adipocitos no aumenta. Por tanto, cuando extraemos grasa para remodelar una zona, no existe la posibilidad de que vuelvan a ella los adipocitos extraídos. En consecuencia, los resultados serán permanentes, siempre y cuando el paciente no aumente de peso considerablemente. Insistimos: la liposucción no es un método de adelgazamiento, el objetivo de la liposucción no es controlar el peso del paciente.
Para finalizar: aunque en los últimos tiempos este procedimiento se ha banalizado y popularizado hasta extremos difícilmente imaginables hace sólo unos años, la liposucción es una verdadera intervención quirúrgica y ha de ser realizada por un cirujano plástico competente en un ámbito hospitalario.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 34628718250 (Madrid) o al 34602259697 (Marbella, Málaga).
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
