Gracias al aumento de pómulos es posible controlar, cambiar, la cara con que nacemos. La elevación de pómulos pómulos ayuda a tallar un rostro diferente al que la biología nos tiene reservado.
¿Quién no ha dicho alguna vez: “La cara es el espejo del alma”? como decía Rosa Montero en un artículo en El País, eso “no siempre es cierto. Sería sumamente cómodo que supiéramos de qué va el tipo que tenemos delante con sólo echarle una ojeada, pero las cosas no funcionan así”. Ella sugería que el verdadero espejo es el rostro: “no controlamos la cara con la que nacemos, pero al madurar la vamos tallando, o nos va emergiendo a la superficie el verdadero rostro interior”. Leer más