
La rinoplastia es una de las operaciones de cirugía estética más demandadas en España. Ante cada intervención existen dos opciones: realizar una rinoplastia abierta o una cerrada. Será el cirujano plástico quien decida cuál es más conveniente en cada caso concreto, en función de factores como la dificultad, técnica del procedimiento, o las necesidades del paciente.

La rinoplastia es una operación delicada, no solo por el trabajo de quirófano, si no por lo importante que es tener un buen cuidado postoperatorio para obtener el resultado final esperado. Por esta razón el doctor le recomienda al paciente tomar en cuenta la complejidad de los cuidados postoperatorios de la rinoplastia antes de tomar la decisión sobre si someterse o no a la operación.
La cirugía de nariz o rinoplastia distingue entre la técnica de cirugía abierta o cerrada, cuya principal diferencia es el modo de acceso del cirujano al interior de la nariz.
La Rinoplastia o cirugía de nariz es una de las más populares no solo en nuestro país, sino en todo el mundo. El paciente de esta operación busca corregir o mejorar la apariencia de su nariz, ya sea adecuando su tamaño al rostro para que resulte más armonioso, corrigiendo posibles desviaciones, o eliminando gibas en el tabique nasal. Muchos pacientes también deciden realizarse esta intervención para solucionar problemas respiratorios y no sólo estéticos.
En principio, esta pregunta podría resultar algo ingenua, ¿quién si no un cirujano haría una intervención de este tipo?Pero hay que tener en cuenta que la cirugía tiene muchas ramas y especialidades. Lo lógico es acudir a un cirujano plástico Madrid, a un profesional capacitado en esta área de la medicina.
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— Ashkan Ghavami MD (@DrGhavami) 27 de julio de 2016
El personaje del que queremos escribir hoy es una mujer joven, nacida en 1990 en Sídney, Australia. La suya es una historia de superación: se nos dice que vivió en una casa de ladrillos de barro, que sufrió acoso escolar, que dejó los estudios con 14 años y que sin haber soplado las velas de los 16 se fue a Estados Unidos donde todo cambió. Se llama Amethyst Amelia Kelly, aunque el mundo la conoce como Iggy Azalea: Iggy porque ese era el nombre de su mascota de la infancia, y Azalea porque así se llamaba la calle de Mullumbimby (Nueva Gales del Sur) donde creció, Azalea Street. Leer más
El verano, no es la primera vez que lo decimos, es temporada baja para las operaciones de cirugía estética: las vacaciones, el sol, el calor… todo se confabula para posponer cualquier intervención hasta, por lo menos, la vuelta al cole.
Un mal resultado tras una rinoplastia puede ser fruto de un mal diagnóstico, de una mala praxis, de factores intrínsecos del paciente o de la actuación inadecuada de un paciente que no sigue nuestras indicaciones, y compromete así el objetivo final.
El de abril que acabamos de dejar atrás, y el de mayo que apenas empezamos, son meses en los que el número de operaciones de cirugía estética aumenta un 30 %. No es un dato aproximado: es el calculado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), que elabora sus estudios tras consultar a sus asociados. Estas recomendaciones (de obligado cumplimiento, si aspiras a que el resultado sea perfecto) explican qué debes tener en cuenta tras una operación cirugía estética… así podrás disfrutar y lucir sus resultados.
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado.

En el post anterior hablamos de lo que la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) llama “expectativas reales”, y del decálogo elaborado por esa asociación (que es la nuestra) a partir de las intervenciones de cirugía estética más habituales con recomendaciones para cada una de ellas. Empezamos por las mamoplastias, y hoy completamos la información con otras siete operaciones muy frecuentes. Leer más
En las últimas semanas hemos leído una expresión relacionada con dos hombres, ambos famosos aunque uno mucho más que el otro, de los que o bien se sabe o bien se sospecha que han pasado por quirófano para quitarse unos años de encima: “Marcarse un Zellweger”
En estos tiempos mediáticos, los personajes públicos son sometidos a un escrutinio constante, por lo que es difícil pensar que una alteración física, una cirugía plástica, va a pasar desapercibida. Leer más
La Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) hizo público un estudio realizado a partir de las opiniones de los 127 profesionales que la conformamos, sondeo en el que pretendíamos adivinar cómo será este 2016 para nuestra especialidad.
“Atrás quedan las tallas grandes de pecho, los rostros sin capacidad de gesticular y los labios excesivamente cargados de bótox —leemos—. La naturalidad será el principal objetivo de los pacientes de la cirugía plástica en España durante este año.”
Es una tendencia, no sabemos si imparable, pero sí indeseable: la de aquellos que se someten a intervenciones que ponen en riesgo su salud so pretexto de parecerse a alguien no ya famoso, sino incluso imaginario, y que en su desatino cuentan con la colaboración de médicos que deshonran la profesión y la especialidad.
Supongo que podemos empezar este texto con un “si no lo leo, no lo creo” que más de uno suscribiría. O echando mano del socorrido “Cuando China despierte el mundo temblará” de Napoleón (luego recuperado y acortado por Alain Peyrefitte en un libro que marcó una época, Cuando China despierte), aunque el corso no lo exclamó pensando en lo que aquí nos ocupa.

La operación de nariz es la quinta intervención de cirugía plástica más realizada en España, uno de cada 1.000 españoles se somete a ella anualmente por motivos estéticos o funcionales. Hablamos de la rinoplastia, la operación de la nariz que se realiza para corregir el tamaño y/o la forma del apéndice nasal.
El pasado mes de julio, la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (International Society of Aesthetic Plastic Surgery, ISAPS) hizo públicas sus estadísticas globales, de las que se desprende que en 2014 se realizaron en todo el mundo más de 20 millones de intervenciones estéticas, quirúrgicas y no quirúrgicas.
Cada vez más, las palabras “cirugía estética” y “jóvenes” aparecen juntas en la misma frase, por mucho que una inmensa mayoría siga asociando las intervenciones con las personas de mayor edad, esas que sufren lo que hemos convenido en llamar “los estragos de la edad” y buscan prolongar su juventud.
Debemos confesar que una de las mayores alegrías que nos proporciona nuestra especialidad es ver cómo, al término de una intervención, mejoran la apariencia y la autoestima de los pacientes. Algo que es especialmente evidente cuando la intervención pasa por la realización de un implante facial que optimiza el balance de los rasgos. Y más aún, si el paciente es joven.
Es uno de los procedimientos de cirugía estética más habituales y mejor aceptados, también uno de los más delicados porque exige del cirujano plástico grandes dosis de conocimiento, destreza y habilidad quirúrgica. Y no sólo por las dificultades intrínsecas de la intervención, sino porque el resultado de la misma queda a la vista de todos. Hablamos, claro, de la rinoplastia.
Como no puede ser de otro modo, quienes a la clínica se acercan lo hacen llenos de esperanzas… y de dudas.
Hagan la prueba: pongan en Google las palabras “cirugía estética actrices” (o cantantes, o modelos): el buscador le devolverá una lista interminable de artículos sobre celebrities que a lo largo del tiempo han ido cambiando su fisonomía, en especial, listas tipo “10 famosas irreconocibles” o “15 casos en los que la cirugía estética acabó mal”. Leer más