Los hilos tensores (también conocidos como hilos mágicos), es un tratamiento estético donde se implantan una red de micro hilos en el área facial, con el objetivo de tensar y estimular la producción de colágeno en esa zona.
Este tipo de técnica es aconsejable para todo tipo de personas (tanto hombres como mujeres), sobre todo aquellas que deseen aportarle más firmeza, elasticidad, juventud y simetría a la piel de su rostro. Sin embargo, está contraindicado en mujeres embarazadas, en individuos inmunosuprimidos y en usuarios alérgicos a los componentes químicos del procedimiento o que no produzcan colágeno en su cuerpo.
El tiempo que tiene este procedimiento es entre 20 a 30 minutos (aunque esto puede variar dependiendo de la tolerancia del paciente), y se recomienda hacer sesiones cada 12 o 18 meses, para no perder los resultados obtenidos en la piel.
Con respecto a la recuperación, es normal que a las primeras horas sientas algo de dolor, molestia e incomodidad. Por esa razón, nuestros especialistas pueden llegar a recetar algún tipo de analgésico (por un breve período de tiempo), para reducir el dolor causado por esta técnica de medicina estética.
Además, también te pueden sugerir no masajear o frotar la zona tratada, dormir decúbito dorsal por tres días, realizar una limpieza suave y delicada por siete días, evitar los rayos UV del sol por dos semanas y optar por ejercicios que no requieran de mucha actividad física.
A continuación te presentamos las fotografías del antes y después de los pacientes que han sido sometidos a un tratamiento de hilos tensores, en la Clínica Fernández Blanco.