Hace un tiempo, reducir la celulitis, reafirmar la piel, desterrar la flacidez eran misiones imposibles. Ya no: modelar la figura es un objetivo razonable.
La imagen que viene a la mente es la de un escultor que, manipulando el material sobre el que trabaja con los instrumentos adecuados, da a la figura la forma deseada. Desde luego, no es un milagro: es pura ciencia.