Si estás pensando en someterte a una intervención estética, y si crees que el precio es el factor decisivo para ponerte en manos de uno o de otro, te sugerimos que vayas a Google, pongas “biopolímeros” y, si puedes, veas las imágenes. Es un espectáculo terrible y, más grave: el uso de esos materiales pone en peligro la salud y la vida de los pacientes.
Llamamos biopolímeros a la silicona líquida cuyo uso en cirugía estética está prohibida porque puede causar graves complicaciones.
La silicona sólo se puede utilizar en forma de implantes, por ejemplo los implantes de mama, pero no en estado líquido, ya que se mueve, inflama y decolora los tejidos circundantes, forma granulomas, infecta la zona receptora… un auténtico desastre.
Un desastre descrito que sigue repitiéndose porque quienes los usan a pesar de su alta toxicidad y al riesgo que implican para la salud, captan a clientes con el cebo de unos precios extraordinariamente bajos. Aunque al final pueden costarles muy caros.
Cierto, en España es prácticamente imposible que eso ocurra. Ni en España ni en los países de nuestro entorno, donde los biopolímeros están prohibidos y nuestra labor, muy controlada. La seguridad es prioritaria para el cirujano estético.
Sin embargo hay otros países, sobre todo en Latinoamérica, donde, a pesar de la prohibición formal, su uso sigue siendo si no frecuente sí habitual en intervenciones de rostro, labios, glúteos y mamas, con las consecuencias aterradoras que esa simple búsqueda en la red nos permite calibrar.
De ahí que todos los meses hasta nuestra consulta lleguen personas que tras darse cuenta de su error, o padecer los dolores y las consecuencias, desean borrar todo rastro de esa intervención negligente de cirugía estética. Desde luego podemos intentarlo, y lo hacemos, pero sin ocultar nunca la dificultad de la tarea: la extracción de los biopolímeros es muy complicada, ya que infiltran los tejidos circundantes, y exige de toda nuestra pericia para realizar la mayor remoción posible de la silicona líquida sin sacrificar en demasía esos tejidos afectados.
En definitiva: no os dejéis engañar, no os pongáis en manos de quienes os prometen duros a cuatro pesetas y no se preocupan por vuestra salud. Pero si ya lo habéis hecho, y si padecéis las secuelas de esa mala decisión, sabed que en nuestras clínicas os podemos ayudar.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
