Quienes nos movemos en mundo de la cirugía estética sabemos perfectamente que, además de atender las peticiones urgentes, incluso desesperadas, de pacientes con problemas de salud reales, y además de satisfacer los anhelos de quienes simplemente desean mejorar su apariencia, el sector es sensible a ciertas modas.
De ahí que en la consulta atendamos, por oleadas, a personas que quieren conseguir un thigh gap (hueco entre los muslos) o un bikini bridge (ese efecto de puente suspendido que el produce la parte de abajo del dos paiezas cuando los huesos de la cader son muy prominentes) o cualquier otra cosa de la que, por las razones que sean, se hable mucho en ese momento.
La última tendencia es operarse el monte de Venus.
Sin embargo, frente a quienes tienden a banalizarlo todo, nos gustaría recalcar que no pocas veces esas operaciones, por estrafalarias que les parezcan a algunos, son mucho más que un mero antojo. Por ejemplo, las personas obesas que se han sometido a un estricto régimen de adelgazamiento saben que esa zona del cuerpo conserva la grasa incluso después de perder muchos kilos, por lo que es frecuente que el resultado final sea un monte de Venus desproporcionado, algo que incomoda si se visten ropas ceñidas y llega a avergonzar cuando se mantienen relaciones íntimas.
Lo cual no nos impide admitir que, a veces, las pretensiones de quienes se acercan a nosotros albergan falsas esperanzas alentadas por los medios de comunicación. Así, recientemente la Swimsuit Edition de Sport Illustrated mostró a una modelo cuyo monte de Venus era apenas una llanura, si no una depresión, fruto muy probablemente de la manipulación informática de la imagen original.
Dicho todo lo cual, si deseas mejorar la apariencia de esa zona que algunos han llamado también “el monte del amor” puedes hacerlo recurriendo a los servicios de un cirujano plástico cualificado y competente que te indicará las mejores opciones.
La operación indicada es la liposucción de pubis, que nos permite reducir el tejido adiposo del monte de Venus y está indicada para mujeres que tienen un exceso de grasa en esa zona. Consiste en una pequeña lipoescultura, y es una de las operaciones de cirugía estética íntima más habituales, junto con la labioplastia (reducción de los labios menores y/o mayores), la clitoplastia (que se realiza cuando existe una hipertrofia del clítoris que produce malestar) y el estrechamiento vaginal (al que se someten mujeres que tras múltiples partos sufren un ensanchamiento o un desplazamiento de la cavidad, lo cual puede provocar molestias y relaciones íntimas insatisfactorias).
La experiencia nos dice que el resultado es bueno, y que las pacientes se muestran más que satisfechas. Algo que nos alegra profundamente.
Si deseas más información, contacta con nuestro equipo de Clínicas Fernández Blanco, llama al 915 54 09 24 (Madrid) o al 952 850 468 (Marbella, Málaga).
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
