Vamos a presentar un caso de lipotransferencia o lipofilling que es como se conoce en la terminología inglesa.
Se trata de un procedimiento que conocemos en teoría plástica desde hace más de dos décadas. La realidad es que el procedimiento ha refinado su técnica y podemos asegurar un rendimiento de un 90% del tejido inyectado.
¿Para qué se utiliza y en qué consiste el lipofilling?
La técnica del lipofilling se emplea para recuperar volumen en una zona deseada. Normalmente lo que hacemos es sacar grasa de una parte del organismo del paciente y lo colocamos en la otra parte del organismo donde necesitamos aumentar el volumen. Este aumento de volumen es útil para rejuvenecimiento facial, para la pérdida de volumen por integridad degenerativa, para pérdida de volumen debido a traumatismos, etc.
En definitiva un lipofilling es un arma muy poderosa para recuperar volúmenes perdidos en el tejido celular subcutáneo.
El caso que muestra el vídeo es un caso de lipotransferencia para rejuvenecimiento facial. Presentamos el caso de una mujer, no de edad muy avanzada, en el que ha habido una pérdida de volumen importante como producto del envejecimiento facial.
Podemos observar que hay una pérdida de volumen en los surcos nasogenianos, en las mejillas, cerca de las comisuras labiales, en los surcos lagrimales… todos estos defectos ocasionados por el paso del tiempo pueden ser solucionados de una manera eficaz y permanente con una lipotransferencia.
Normalmente utilizamos como zona donate el exceso de grasa del abdomen como es en el caso que estamos mostrando. También destaca como donante la zona de los flancos, en la zona de la cadera. El paciente siempre va a tener algunas zonas donde podamos realizar una extracción de unos 45/50 centímetros cúbicos que es la cantidad que necesitamos para solucionar los problemas mencionados en los tejidos.
El procedimiento de la extracción es simple:
Se realiza una mínima incisión con anestésico local a través del cual extraemos los centímetros cúbicos de grasa que luego vamos a tratar.
Es importante realizar varios lavados para separar el tejido que no ha sido dañado del tejido que ha sido dañado y de los restos hemáticos. Después de cada lavado se procede a la centrifugación del material de manera que vamos a tener por una parte un líquido hemático en el fondo y la grasa flotando en su superficie.
Lavado tras lavado vamos a encontrar una grasa cada vez más limpia y es lo que vamos a utilizar para su injerto en el organismo con mínimas incisiones otra vez y utilizando una pequeña y fina cánula introducimos de una manera cuidadosa, tal y como se muestra en el vídeo, grumos de grasa bajo la piel en el tejido celular subcutáneo del paciente.
Estamos aumentando los surcos nasogenianos, aumentado el volumen de las mejillas y colocado tejido sobre los pómulos.
En la imagen de la pacinete, podemos apreciar la pérdida de volumen por el envejecimiento facial y los beneficios obtenidos tras el tratamiento.
Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.