Existen infinidad de razones para someterse a una intervención de aumento de senos. Pero lo importante es dejarse aconsejar siempre por un buen especialista. Él sabrá, mejor que nadie, qué tipo de técnica es la más aconsejable para que los resultados sean lo más naturales posibles y que se consiga realmente el propósito que se persigue con la intervención.
La mamoplastia de aumento o aumento de senos es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes de la cirugía plástica. Básicamente, se trata de la colocación de un implante que ayuda a obtener mayor volumen de la mama en pacientes que no se sienten satisfechas con el tamaño o forma natural. Leer más
Un lifting es una intervención quirúrgica que busca reparar las marcas del envejecimiento en el rostro, remodelando los tejidos faciales. Cada paciente tiene unas necesidades o unos deseos en particular, por eso se realizan diferentes tipos de cirugía estética facial
Una decisión que conviene no tomar con prisas, porque del profesional no solo dependerán los resultados, sino también el postoperatorio e incluso posibles secuelas de la operación. Todos hemos visto las consecuencias de ponerse en manos no especializadas o acreditadas, es un riesgo que no se debe asumir, porque lo que está en juego es la propia salud.
Con la intención de acabar para siempre con ese problema o simplemente para sentirse más atractivas, cada vez son más las mujeres que se someten a este tipo de operación en busca de unos resultados naturales definitivos. Una operación segura siempre y cuando sea un profesional acreditado quien la realice. Porque no se trata solo de las manos del cirujano, sino de las adecuadas condiciones del lugar en el que se haga la operación y de la calidad de las prótesis mamarias que se implanten a la paciente.
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— Ashkan Ghavami MD (@DrGhavami) 27 de julio de 2016
El personaje del que queremos escribir hoy es una mujer joven, nacida en 1990 en Sídney, Australia. La suya es una historia de superación: se nos dice que vivió en una casa de ladrillos de barro, que sufrió acoso escolar, que dejó los estudios con 14 años y que sin haber soplado las velas de los 16 se fue a Estados Unidos donde todo cambió. Se llama Amethyst Amelia Kelly, aunque el mundo la conoce como Iggy Azalea: Iggy porque ese era el nombre de su mascota de la infancia, y Azalea porque así se llamaba la calle de Mullumbimby (Nueva Gales del Sur) donde creció, Azalea Street. Leer más
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