Sin duda estamos en la mejor época del año para realizar una abdominoplastia o lipoabdominoplastia, si queremos estar estupendas y estupendos de cara al verano.
Aquellas personas con un peso próximo al considerado ideal para ellas, que presentan una acumulación de grasa y flacidez en la zona abdominal pero que no consiguen corregirlo con dieta ni ejercicio, son las candidatas perfectas para estas intervenciones.
Ambos procedimientos persiguen corregir la flacidez abdominal, tanto de la piel como del músculo, bien porque los músculos del abdomen están distendidos, por ejemplo tras pérdidas de peso significativas, o embarazos. El problema de un abdomen descolgado o caído se resuelve por tanto con cualquiera de estas dos intervenciones, consiguiendo una mayor rigidez y firmeza.
Estos resultados se consiguen eliminando piel sobrante y grasa situada bajo la zona del ombligo. También es posible eliminar estrías y cicatrices producidas por operaciones de apendicitis, cesáreas, etc.
Hay casos en los que resulta necesario que el cirujano realice una sutura de la musculatura, especialmente tras embarazos que han provocado que la misma se abra.
Si hablamos de lipoabdominoplastia, la liposucción se extiende a la zona de las caderas, cintura y pubis, por lo que podemos decir que se trata de una intervención más completa que la abdominoplastia, también llamada dermolipectomía abdominal. El que sea más aconsejable realizar una u otra dependerá del caso y de las expectativas del paciente.
En cuanto a las cicatrices, en ambas intervenciones se ocultan sobre el pubis formando una discreta línea horizontal fácilmente disimulable. El cirujano tratará siempre de practicar la cicatriz menos larga posible, aunque ello siempre dependerá de cada caso y de la técnica empleada.
La duración de una intervención en el abdomen es de aproximadamente tres horas, que pueden alargarse si se combina con alguna otra intervención, como la liposucción de cintura. La anestesia es siempre general y se requiere una hospitalización de alrededor de 48 horas.
En cuanto a la recuperación, es necesario mantener unos drenajes durante unos días, durante los cuales se guardará reposo, evitando también realizar esfuerzos durante el mes siguiente a la operación, para permitir que la zona cicatrice correctamente.
Si se realiza la operación durante los meses de otoño o invierno, estaremos totalmente recuperados para lucir abdomen con la llegada del calor, con la inflamación ya totalmente remitida y la sensibilidad recuperada. Si bien es cierto que las cicatrices pueden tardar un poco más en disimularse completamente.
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Dr. Alfredo Fernández Blanco
El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.