La posibilidad de que queden cicatrices visibles, y en cierta medida antiestéticas, es una de las mayores preocupaciones de las mujeres que se quieren someter a una intervención para el aumento de senos. Lo cierto es que las técnicas y la especialización han avanzado mucho en los últimos tiempos e incluso en las operaciones más complejas las cicatrices pueden ser muy poco visibles y quedar prácticamente difuminadas con el paso del tiempo.
En cualquier caso, tanto las cicatrices como sus características dependerán del tipo de procedimiento empleado en la intervención, en algunos casos son prácticamente invisibles. En cualquiera de estos supuestos hay un procedimiento quirúrgico que implica realizar incisiones y con ello inevitables cicatrices. Su mayor o menor visibilidad dependerá en buena medida de la pericia del cirujano que se encargue de la intervención. Hay, sin embargo, una solución para aquellas mujeres que no desean someterse a una intervención quirúrgica. Una solución que ofrece grandes resultados y en la que no es necesario realizar incisiones, por lo que la posibilidad de cicatrices queda completamente descartada. Se trata del aumento de pecho utilizando grasa de la propia paciente. Es decir, que no hay que colocar prótesis de ningún tipo. Se trata de un tipo de tratamiento cada vez más solicitado, pero con la única limitación de que no es posible cuando lo que se desea es un aumento de volumen realmente considerable. Esta técnica no es demasiado complicada, es muy efectiva, tiene un periodo de recuperación prácticamente inexistente y no doloroso y, además, los resultados son muy naturales. Consiste en extraer grasa de la paciente e inyectarla en el pecho. En esta técnica no se usa bisturí en ningún momento. La grasa se extrae con una inyección de la zona interior de los muslos, abdomen o zona posterior de las rodillas, aunque también puede extraerse de otros puntos. Una vez tratada adecuadamente, se procede a inyectarla en las mamas de la paciente. Con esta técnica se consiguen un aumento de senos con grandes resultados, rápidos y lo que muchas mujeres buscan, sin cicatrices. Además, al trabajar con grasa de la paciente no hay ningún riesgo de rechazo. Una técnica con muchas ventajas y muy pocos inconvenientes. El cirujano plástico Dr. Alfredo Fernández Blanco se destaca en su rama de la medicina, como el mejor cirujano de mamas, además es pionero en las llamadas cirugías secundarias o de las secuelas. Con más de 30 años de experiencia y miles de casos de éxito, sigue logrando los resultados más naturales que se pueden esperar en una operación de cirugía estética.
Aumento de senos sin incisiones
¿En qué consiste el lipofilling en mamas?
Dr. Alfredo Fernández Blanco