Estamos en pleno verano, tiempo de descanso para muchos, de viajes y vacaciones. Y en medio de tanta oferta de viaje de placer, se cuelan en ocasiones llamamientos a lo que hemos convenido en llamar «turismo sanitario», esto es, la posibilidad de viajar a determinados países donde algunos tratamientos son mejores o más baratos.
Quienes nos siguen en este blog saben que, con cierta frecuencia, miramos hacia Corea del Sur, una de las mecas de la cirugía estética, con todo lo bueno (profesionales cualificados, procedimientos verificados) y lo malo (banalización de la cirugía) que esa consideración conlleva. Recordemos que, según datos oficiales, allí abren sus puertas más de 4.000 clínicas de cirugía plástica y tienen la tasa más alta del mundo de procedimientos cosméticos por habitante, 13 por cada 1.000 personas en una población de 49 millones.